El pasado 19 de febrero, en el salón de actos del instituto, el alumnado de 1º de bachillerato tuvo el   privilegio de escuchar el testimonio de  Sara Katz y Pierre Estambul, cuyos padres vivieron en primera persona la persecución nazi y participaron en la resistencia francesa. Compartimos, estudiantes y profesorado, su visión de lo que supuso ese momento histórico, no solo para el prueblo judío sino para todo el mundo civilizado. Ambos pertenecen a la Unión Judía Francesa por la Paz y con sus palabras y sus recuerdos emocionaron al auditorio.  Quisieron ofrecernos también su opinión sobre la deriva actual del gobierno y, en muchos casos, de la sociedad israelí hacia posiciones cercanas a aquellas de los que fueron sus verdugos. Si el final de la guerra supuso el sueño de que un mundo más solidario y en el que no cabrían las injusticias era posible, la realidad actual de los conflictos mundiales y de la situación específica del pueblo de Gaza nos demuestra que aquella idea de que “algo así no puede volver a pasar” ha derivado en que “esto no puede volver a pasarme a mí”, instalándose así de nuevo la discriminación y la opresión de un grupo social, de una raza, de una religión sobre otra. El espíritu de fraternidad que animó el final de la 2ª Guerra Mundial está en claro retroceso. Es muy importante que los testimonios históricos entren en nuestras aulas para complementar lo que se estudia en clase y para que nos demos cuenta de que no podemos vivir de espaldas al mundo. Ese deber ser uno de los objetivos de la enseñanza